Portafolio

¿Cuándo abrirá China sus fronteras para los turistas?

Beijing 17 de junio de 2022

El Templo del Cielo a la espera de turistas

Aunque en teoría China no ha cerrado sus fronteras, con los requisitos que exige para el ingreso debido a su política Covid-cero dinámico además del precio y la disponibilidad de pasajes, es poco probable que sea antes de 2023.

Antes, tres condiciones claves que se tienen que cumplir: (1) después del Congreso del Partido Comunista de China en octubre, (2) cuando se complete la vacunación de ancianos en China, y (3) cuando la política Covid-cero dinámico ingrese a la siguiente fase.

Empecemos por lo más importante: el vigésimo congreso del PCCh que está programado para octubre. La viceprimera ministra Sun Chunlan ha pedido que se intensifique la vigilancia contra el virus, lo que se traduce en confinamientos localizados y pruebas masivas de ácido nucleico.

Sun Chunlan, la mujer con mayor autoridad en China

No solo se trata de la ratificación de un tercer mandato de Xi Jinping como presidente de China sino también, la conservación de los otros dos cargos que son mucho más importantes que el primero: presidente de la Comisión Militar Central y secretario general del partido.

Los congresos del PCCh son quinquenales. Como China no es un país que tiene un partido al mando, sino un partido que con su propio ejército (re)fundó un país en 1949, se trata del acontecimiento más importante cada cinco años, donde se decide el destino de China.

El programa de vacunación a la tercera edad no marcha sobre ruedas. En China, aproximadamente un 89% de una población de 1.412 millones ya ha recibido al menos dos vacunas. Según el último censo, los ancianos representan 18.7% de la población china, unos 264 millones de personas.

Vacunación de tercera edad en China

Dentro del grupo de tercera edad, 229 millones de personas han accedido al programa, 217 millones recibieron dos inyecciones, y 166 millones completaron las tres dosis. Es decir, apenas un 62% de los ancianos en China ha recibido hasta el momento las dos dosis más el refuerzo.

En China, las personas de tercera edad solo reciben vacunas de fabricación china de los tipos inactivado y de vector recombinante. No se puede elegir la marca de la vacuna que puede ser Sinopharm (Beijing o Wuhan), Sinovac, Cansino, o Zifivax, las cinco aprobadas en el país.

El programa avanza lento porque tanto los ancianos como los encargados de la vacunación están preocupados por los efectos adversos y las responsabilidades que el personal debe asumir. Como se trata de un grupo sensible, hay un riesgo latente de otras complicaciones.

Antes de poder vacunarse los ancianos deben pasar por una prueba que los declare aptos para recibir las dosis. Los criterios sobre las contraindicaciones no son claros y dependen de los médicos que ante la duda, no autorizan la vacunación que además, no es obligatoria.

Aunque cada vez más países han abierto sus fronteras para el turismo relajando sus restricciones, en China se mantiene firme la política de cero casos que tiene como objetivo acabar pronto con los brotes a través de confinamientos selectivos y pruebas masivas de ácido nucleico.

Pruebas masivas de ácido nucleico cada 24, 48 o 72 horas

La política de tolerancia cero se aplica de forma estricta en esta etapa para mantener el virus fuera de las fronteras. De allí que el turismo no solo es una actividad no esencial sino que aumenta el riesgo de importación de casos, argumentan las autoridades chinas.

La capital china no acepta vuelos internacionales de otras aerolíneas que no sea Air China. Un pasaje ida y vuelta Shanghai-Lima puede llegar a costar 10.000 dólares. Siempre digo que China vive en el futuro pero ahora ha levantado sus viejas murallas del pasado.